Ciencias Naturales


Comenzamos una nueva Unidad: 


Los materiales y el sonido.


El sonido es el efecto producido por los cuerpos cuando vibran. Es una de las formas de energía.
Una vibración es un movimiento pequeño y muy rápido. Cuando algo se mueve, produce una vibración en el aire y así surge el sonido. También el sonido puede producir el movimiento de los cuerpos.
El sonido se propaga siempre a través de la materia. Se propaga a través del agua, del aire, del vidrio.... pero no puede propagarse en el vacío.
La velocidad de propagación del sonido depende de la materia por la que se propaga y también de su temperatura. En los sólidos, donde la distancia entre las partículas es fija, la velocidad permanece prácticamente constante. En los líquidos, y sobre todo en los gases, la velocidad aumenta con la temperatura porque las partículas del gas se mueven con más velocidad.

¿Qué pasaría si escuchamos un cuento dónde sólo hay sonidos?



¿ Y estos sonidos de dónde vienen?

Click aquí  

Propagación del sonido en el agua: Un poco de historia.


El sonido y su velocidad en el agua



Durante mucho tiempo, los investigadores han sentido una gran fascinación por el sonido y el modo en que éste se desplaza por el agua. Ya en 1490, Leonardo DaVinci observó: "Si detiene su barco y coloca la punta de un tubo de gran longitud en el agua y el otro extremo lo acerca a su oído, podrá escuchar barcos que se encuentren a gran distancia". En 1687, Sir Isaac Newton publicó en su "Philosophiae Naturalis Principia Matemática" la primera teoría matemática de la propagación del sonido.
A mediados del siglo XVII, los investigadores ya medían la velocidad del sonido en el aire; sin embargo, no fue hasta 1826 cuando Daniel Colladon, un físico suizo, y Charles Sturm, un matemático francés, midieron de forma precisa su velocidad en el agua. Con la ayuda de un tubo largo para escuchar debajo del agua (como había sugerido Da Vinci), consiguieron registrar a qué velocidad el sonido de una campana sumergida recorría todo el Lago Lemán.
Charles Sturm (izquierda) y Daniel Colladon (derecha) midieron de forma precisa la velocidad del sonido en el agua. Sturm hizo sonar una campana sumergida y Colladon utilizó un cronómetro para registrar el tiempo que el sonido tardaba en cruzar el Lago Lemán.
El resultado fue 1.435 metros por segundo en agua a 1,8 grados centígrados (35 grados Fahrenheit), sólo 3 metros por segundo menos de la velocidad aceptada hoy día. Lo que demostraron estos investigadores fue que el agua, ya sea dulce o salada, es un medio excelente para el sonido, transmitiéndolo casi cinco veces más rápido que en el aire.
Durante mucho tiempo, los investigadores han sentido una gran fascinación por el sonido y el modo en que éste se desplaza por el agua. Ya en 1490, Leonardo DaVinci observó: "Si detiene su barco y coloca la punta de un tubo de gran longitud en el agua y el otro extremo lo acerca a su oído, podrá escuchar barcos que se encuentren a gran distancia". En 1687, Sir Isaac Newton publicó en su "Philosophiae Naturalis Principia Matemática" la primera teoría matemática de la propagación del sonido.

A mediados del siglo XVII, los investigadores ya medían la velocidad del sonido en el aire; sin embargo, no fue hasta 1826 cuando Daniel Colladon, un físico suizo, y Charles Sturm, un matemático francés, midieron de forma precisa su velocidad en el agua. Con la ayuda de un tubo largo para escuchar debajo del agua (como había sugerido Da Vinci), consiguieron registrar a qué velocidad el sonido de una campana sumergida recorría todo el Lago Lemán.
agua
Charles Sturm (izquierda) y Daniel Colladon (derecha) midieron de forma precisa la velocidad del sonido en el agua. Sturm hizo sonar una campana sumergida y Colladon utilizó un cronómetro para registrar el tiempo que el sonido tardaba en cruzar el Lago Lemán.

El resultado fue 1.435 metros por segundo en agua a 1,8 grados centígrados, sólo 3 metros por segundo menos de la velocidad aceptada hoy día. Lo que demostraron estos investigadores fue que el agua, ya sea dulce o salada, es un medio excelente para el sonido, transmitiéndolo casi cinco veces más rápido que en el aire.

Ondas sonoras.


Las ondas sonoras son básicamente ondas longitudinales que al llegar a nuestro oído producen el efecto que nosotros conocemos como sonido. Tales ondas, comprendidas en el intervalo de frecuencia de entre 20 y 20.000 vibraciones por segundo, se denominan para simplificar ondas sonoras.

La recepción de una onda sonora por el oído engendra una vibración de las partículas del aire situadas delante del tímpano, con frecuencias y amplitud determinadas. Esta vibración puede considerarse también como debida a las variaciones de presión del aire en el mismo punto. La presión del aire se eleva sobre la presión atmosférica y después se hace inferior a ella, siguiendo la ley de un movimiento armónico simple de la misma frecuencia que el de una partícula de aire. El máximo exceso de presión sobre la atmosférica se denomina amplitud de los cambios de presión, y se demuestra que es proporcional a la amplitud de la elongación.
¡Algunos videos para sorprendernos!








El oído




Ecolocalización. 
                                     Mirá este video de National Geographic de la colección "Súper humanos".


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